El por aquel entonces fisioterapeuta del Atlético de Madrid, Sebastián Truyols, se acercó a Iker Casillas para pedirle su camiseta, camiseta que el portero le cedió amablemente. En ese mismo instante, el utillero colchonero arremetió contra el fisioterapeuta gritándole: “Cómo puedes pedir nada a ese”, insultando también a Casillas. Fue nada más y nada menos que en el primer Clásico que el argentino disputó en el Santiago Bernabéu. Tampoco pasó nada y nadie criticó a Messi por pedirle la camiseta a un jugador del eterno rival, como debería ser. Al finalizar el choque entre el Espanyol y FC Barcelona, Adriá Pedrosa, jugador perico, le pidió la camiseta a Lionel Messi. El joven Adrià Pedrosa cometió lo que para algunos exaltados era una afrenta inenarrable: pedirle la camiseta a Messi. Es también un ejemplo de deportividad poder a acercarse a un futbolista del eterno rival a la conclusión de un partido para pedirle su camiseta. El club atlético dijo que no se encontraban satisfechos con su trabajo, pero parece algo más que evidente que el motivo real del despido fue por haber pedido la camiseta del capitán del eterno rival.

Un gesto mínimo pesó más que su incontestable entrega sobre el césped en los cinco años que lleva en el club blanquiazul. Y que no se achantara lo más mínimo a la hora disputar el balón. Luces y sombras de las reacciones que se pueden dar tras hacer algo que no debería ofender a nadie. El Gavà y el Castelldefels fueron las estaciones anteriores a su llegada al club blanquiazul. En el club periquito son muy conscientes de la valía de este joven jugador. También los alrededores del Parque de los Príncipes, el estadio en el que juega de local el conjunto de Neymar, Kylian Mbappé y compañía, se llenaron de aficionados y curiosos a la espera de poder ver de cerca el momento histórico que será el arribo del mejor jugador del mundo a a la institución. Yo sabía que no iba a decir que era hincha, no esperaba arrancarle semejante confesión, así que disfruté el momento. Esos eran el 13, el 25, el 26, el 28, el 30, el 31, el 32, el 33 y el 34. También había circulado la posibilidad de que Leo se calzara la 19, que tiene Pablo Sarabia (uno de los que podrían irse) o la 22, camiseta de messi que en este momento le corresponde al defensor por la izquierda Abdou Diallo.

En el inicio de las Eliminatorias rumbo a Sudáfrica 2010, Leo fue titular en el Monumental ante los chilenos y dejó la cancha a seis minutos del final (entró Saviola). Por eso, están trabajando para prolongar su contrato y ampliar su cláusula de rescisión, cifrada ahora mismo en unos seis millones de euros. El jugador ha firmado contrato por dos temporadas (hasta el 2023), más una opcional, y de esta forma abandona lo que aún muchos no terminan por creerse después de haber pasado en el Barça 17 temporadas. Las opciones podrían ser mejores en la defensa –al menos hasta que Alphonso Davies, de Bayern, devuelva el alma de Semedo, robada durante el segundo tiempo del triunfo de Bayern por 8-2– y realmente creo que Koeman se vería muy beneficiado llevando a De Jong de vuelta a la posición de defensor central, donde fue una estrella a lo Franz Beckenbauer para Ajax, en lugar de dejarlo en el centro del mediocampo, donde es muy bueno pero no se destaca tanto. Villizzio tuvo que decidir qué hacer a su criterio, porque no había tiempo ni comunicaciones rápidas para que los brasileros remienden el asunto.

Estamos hablando del famoso dedo que le metió Mourinho en el ojo a Tito Vilanova cuando este era segundo de Guardiola. El famoso streamer y Youtuber Ibai Llanos compartió en sus redes sociales la historia de cómo terminó el en la cena de despedida de Messi. Las redes se inundaron de mensajes de los aficionados pericos criticando la acción de su canterano, de las criticas se pasó a los insultos, las invitaciones a irse del club y las amenazas. Y llevársela. Eso le puso una diana en la espalda y se multiplicaron los insultos y las amenazas hacia él en las redes sociales. El valor de la camiseta del PSG de marca Jordan con el 30 de Messi en la espalda cuesta hoy 157.99 euros, que equivalen a unos 17.965 pesos argentinos (más el 30% de impuesto a la moneda extranjera). Messi, autor de 53 goles con Barcelona la pasada temporada, no facturó con la camiseta de la selección en la Copa América, donde Argentina fue eliminada en los cuartos de final al caer por penales ante Uruguay. Según las publicaciones virales de entonces, la estrella de la selección argentina habría declarado: «Como embajador de Unicef no puedo jugar contra gente que mata a niños palestinos inocentes. Debíamos anular el partido porque somos seres humanos antes que futbolistas».

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